
En el artículo del mes pasado, definimos la acreditación, tanto programática como institucional, y comentamos sobre unos puntos básicos. En este artículo, comentamos sobre las nuevas tendencias en la acreditación, haciendo énfasis en varios temas específicos como la acreditación internacional, compromiso con la sociedad, los enfoques en la transparencia y los resultados, y evaluación continua.
Acreditación Internacional
En algunos aspectos, el enfoque en la internacionalización de la educación superior no es una novedad. De hecho, se puede decir que las primeras universidades eran instituciones internacionales; sus profesores y estudiantes eran de diversos países y estudiaron temas de interés universal como la filosofía y las matemáticas. En el presente, las mejores universidades son reconocidas como instituciones internacionales, por ejemplo, Stanford, Harvard, Cambridge y la UNAM. En el futuro, veremos aún mayor internacionalización a través de los cambios en el plan de estudios, el estudio en el extranjero y programas de intercambio para estudiantes, y varias oportunidades para los profesores, desde programas de intercambio hasta programas de investigación y enseñanza colaborativa. Para el año 2025, más de 6 millones de estudiantes universitarios estarán estudiando en el extranjero.
En cuanto a la acreditación, existe un gran interés global en la búsqueda de la acreditación por un organismo de acreditación basado en otro país, en particular los Estados Unidos, y esto se conoce como la acreditación internacional. En el pasado, la acreditación internacional ha sido poco frecuente, pero no hay duda de que aumentará dramáticamente en el futuro.
Agencias de acreditación de Estados Unidos han sido más abiertos a la acreditación internacional a nivel programático (como ABET y AACBS) que a nivel institucional. Sin embargo, las seis organizaciones regionales en los EE.UU. que ofrecen acreditación institucional son cada vez más interesadas en la acreditación internacional; tanto la Asociación Sureña de Colegios y Universidades (conocida por sus teclas como SASC) y la Asociación Occidental de Colegios y Universidades (conocida como WASC) ofrecen ahora la acreditación en México. SACS ya tiene varios años ofreciendo acreditación en América Latina, incluyendo México y WASC entró al mercado en 2012 con la acreditación de CETYS Universidad (con campus en Mexicali, Tijuana y Ensenada).
Aunque no es fácil de obtener la acreditación internacional (por ejemplo, WASC aplicó las mismas normas a CETYS Universidad que aplica a las universidades de Estados Unidos en su región), a menudo tomando años, las universidades que lo han logrado creen que es altamente beneficioso en al menos dos formas, uno interno y otro externo. Internamente, se ha ayudado a mejorar los programas académicos (incluyendo con un enfoque en los resultados del aprendizaje del estudiante) y procesos y operaciones institucionales; además, ha creado una “cultura de la evidencia”. Externamente, la acreditación internacional ha proporcionado la garantía de un nivel de calidad para el público en general, otras universidades y el gobierno; además, trajo un mayor prestigio a la institución.
Compromiso Con La Sociedad
La acreditación ahora toma en serio el compromiso de una institución al servicio y la divulgación, a la vinculación con la sociedad. En el pasado, el concepto de servicio era bastante limitado, era simplemente algo que los profesores bebían de hacer por sus asociaciones profesionales. El concepto de servicio se amplió considerablemente y se espera que las universidades participen regularmente y sustantivamente con sus comunidades, a través de asociaciones con el gobierno, los negocios y la industria, escuelas, agencias de servicio social y por el servicio directo de los estudiantes y profesores.
Énfasis En La Transparencia
En el pasado en los EE.UU., y aún hoy en muchos países, las universidades operan en un ambiente de secreto donde la información no es compartida con el público. La transparencia se refiere al intercambio de información de las universidades con el público en general y al acceso a la información por parte del público. Dicha información incluiría, por ejemplo, verdadero costo de asistir (incluyendo matrícula y cuotas), las tasas de retención y graduación, los resultados de las acciones y decisiones por parte de organismos de acreditación, información acerca del presupuesto y de cómo se toman las decisiones, etc. Ahora se espera que gran parte de esta información deba encontrarse fácilmente en el sitio web de la universidad.
Énfasis En Los Resultados
En el pasado, la acreditación tendía a centrarse en los inputs como la preparación académica de los estudiantes que ingresan, credenciales de la facultad, el número de libros y revistas académicas en la biblioteca, disponibilidad de aulas y otras instalaciones, finanzas, etc. Aunque éstos siguen siendo medidas importantes, el enfoque ha cambiado, y continuará a cambiar, a los resultados, resultados tales como: ¿cómo pone en práctica la universidad su misión, que aprendieron los estudiantes y lo que pueden hacer, cómo pasan el tiempo los profesores (¿qué hacen en cuanto a la enseñanza, investigación y servicio a la sociedad), cuáles son los procesos de evaluación de programas y actividades, toma decisiones basadas en la planificación y los datos? Sí, los inputs siguen siendo asuntos importantes pero los resultados son mucho más importantes, sobre todo el aprendizaje del estudiante.
La Evaluación Continua
En el pasado, las universidades tendían evaluar seriamente a sí mismos ya sus programas sólo en la preparación de las visitas de los acreditadores, quizá con intervalos de 7 a 10 años. Hoy en día, los acreditadores esperan que universidades se dediquen a la evaluación seria y sistemática de sus programas y actividades continuamente. Además, se espera que la información y datos generados por tales evaluaciones se utilicen para tomar decisiones para mejorar las operaciones y programas. Esto es lo que se conoce como haber desarrollado una “cultura de la evidencia”.
¿El Futuro de la Acreditación?
Este tema lo dejamos pendiente para el próximo artículo.